Entre fantasías y realidades

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miércoles, 17 de enero de 2018

Cuando la realidad supera la ficción

¡Buenas tardes, gente!

Todos hemos oído alguna vez la frase que da título a esta entrada pero creo que en pocas ocasiones es tan perturbadoramente cierta como en la historia relatada en el libro:
El Monstruo de Florencia. Una historia real.
Escrito por Douglas Preston y Mario Spezi y publicado en España en marzo de 2010.
Se trata del relato e intento de resolución del caso real en el que un asesino en serie aterrorizó Florencia y sus alrededores entre los años 1974 y 1985 asesinando a parejas jóvenes (siete en total) en noches sin luna. Hay versiones que adelantan el comienzo de estos asesinatos a 1968, cuando otra pareja fue asesinada usando el mismo arma que en los posteriores. La única diferencia es que ese primer caso sí se cerró con un culpable confeso que, precisamente por estar en la cárcel, no pudo haber cometido el resto de crímenes.

Pero comencemos por el principio, resumen oficial de la novela:
El caso del Monstruo de Florencia es uno de los más sorprendentes e inquietantes del siglo XX. Durante diez años, un asesino en serie sembró el pánico en la capital de la Toscana. Dejó una estela de catorce cadáveres, desató una investigación criminal larga, costosa, que arruinó la vida de mucha gente... y todavía no ha sido descubierto.
Con la maestría del escritor y el rigor del periodista, Douglas Preston y Mario Spezi nos sumergen en esta historia que ambos conocen a fondo y en la que ellos mismos de repente, mientras seguían una pista, tal vez la definitiva, pasaron de ser los investigadores a convertirse en los protagonistas.
Douglas Preston a la izquierda y Mario Spezi a la derecha
Ahora viene la gran pregunta... ¿Protagonistas?
Efectivamente, a riesgo de contar demasiado de lo escrito en el libro y quitarle la ilusión a alguien que tuviera en mente leerlo, el propio Mario Spezi es acusado de ser el Monstruo de Florencia. Para ello se basaron en la ingente información que tenía sobre los crímenes y la investigación, entre otras cosas. ¿Y por qué tenía toda esa información? Esta respuesta es fácil y a la vez larga. Desde 1981, cuando se cometió uno de los asesinatos dobles, Mario Spezi se convirtió de forma imprevista en el periodista de cabecera del caso. Era periodista de sucesos en un periódico de tirada nacional en Italia, con mayor distribución en la zona de la Toscana, y ese caso llamó especialmente su atención. Esto hizo que hiciese uso de todos los recursos y contactos que tenía entre la policía, forenses y juristas para estar siempre al tanto de cada nuevo detalle y tener siempre la mejor primicia. Este contacto constante con todo lo concerniente a los asesinatos y su investigación hizo que se convirtiera en un verdadero experto en la materia y llegó a obsesionarse lo suficiente como para iniciar una investigación paralela, o no tanto, a la oficial.
Por otra parte Douglas Preston fue acusado de algo parecido a obstrucción a la investigación y difamación a través de la prensa por apoyar a Mario Spezi publicando juntos sus teorías sobre el caso, de nuevo, entre otras cosas.

Opiniones personales sobre el libro y la historia.
Voy a separar ambos porque creo que merecen un análisis por separado.
Primero, el libro:
Como todos los escritos por Douglas Preston (aunque tengo más experiencia con sus trabajos junto a Lincoln Child), es una novela muy bien escrita y estructurada que, aunque en algunos momentos puede hacerse larga y algo aburrida por la ausencia de acción, deja un buen sabor de boca y tiene un final lo más cerrado posible teniendo en cuenta que se trata de un caso real sin resolver.
Segundo, la historia:
Es una de esas en las que, si no te pusieran bien grande "Historia real" no creerías que lo es. Y aún así he buscado algo de información para corroborar que lo que estaba leyendo no era un giro dramático ficticio para mantener la atención del lector (efectivamente, no lo era).
Hay varios momentos en los que te hace cuestionar seriamente en qué estaban pensando los investigadores para llegar a las conclusiones que llegaban, si es que pensaban algo. Como, por ejemplo, para acusar y conseguir encarcelar a una persona sin ninguna prueba real contra él y, sin embargo, razones de peso más que suficientes para exculparlo. No soy más concreta por el motivo de antes, no desvelarle algo muy impactante a quien se quiera leer esta novela. Solo diré que de una línea de investigación que le da prioridad a teorías sobre sectas satánicas antes que a intentar encontrar el arma del crimen, uno puede esperarse cualquier cosa.
¿Os parece un paisaje propio de una historia de asesinatos? Desgraciadamente, lo es.
Para terminar, una frase que oí hace tiempo y encaja a la perfección en este momento: No tuve miedo hasta que leí 'Basado en hechos reales'.

¡Nos leemos!

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